miércoles, 11 de junio de 2014

LA BATALLA DE LOS ARAPILES

Ilustración para
La batalla de los Arapiles (ed. de 1883)
La batalla de los Arapiles (1875) termina la primera serie de Episodios Nacionales. Presenta la guerra en zona leonesa y elogia a Miss Fly, impertinente pero generosa inglesa. Culmina con el matrimonio de Inés y Gabriel, ascendido a General
La batalla de los Arapiles es la décima y última novela de la primera serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. Culmina la narración de las aventuras del huérfano gaditano Gabriel Araceli durante la Guerra de Independencia entre España y Francia. En esta ocasión, Gabriel participa en la decisiva batalla de los Arapiles, que marcó el fin de la dominación francesa. Asimismo, el resto de tramas secundarias de la primera serie se resuelven en el final feliz.
 
 

El ejército aliado, formado por españoles, portugueses y británicos al mando de Lord Wellington, se encuentra en las proximidades de Salamanca, que todavía está en poder de los franceses. Una joven noble inglesa, miss Fly, se pasea libremente entre las tropas respetada por sus compatriotas y ante el estupor de los españoles, poco acostumbrados a que las mujeres dispongan de este tipo de libertades.

Miss Fly es una romántica enferma de literatura, y enseguida cree ver en Gabriel la reencarnación de los viejos ideales medievales del honor, la virtud y el sacrificio, de modo que se encapricha de él. Gabriel se entera de que Inés y Santorcaz están viviendo en Salamanca, de modo que se presenta voluntario para una suicida misión de espionaje al lugar, ya que Wellington quiere conocer las defensas que los franceses han preparado antes de proceder al asalto.

Miss Fly se empeña en acompañar a Gabriel, pero éste la despista al poco de partir y llega sólo a Salamanca, disfrazado de campesino. Después de no pocos problemas, consigue su objetivo militar y, además, se acerca al lugar donde vive Inés con su padre, pero ella se niega a acompañarle ante el estupor de Gabriel. Unos soldados franceses lo encarcelan acusándolo de espionaje, pero miss Fly lo salva de una muerte segura al interceder por él ante el coronel Desmarets, que está al mando de la plaza y es viejo conocido de miss Fly.
Esa noche, regresan los dos a casa de Inés y Santorcaz, donde Gabriel comprende el motivo por el que Inés no quiere acompañarle: en los meses que han transcurrido desde su rapto, ha aprendido a amar a su moribundo padre, en el que todos los demás no ven sino un monstruo.
Huyen de la ciudad camuflados con un grupo de masones amigos de Santorcaz. Al regresar al campamento, y pese al éxito militar de su misión, todos acusan a Gabriel de haber abusado de miss Fly y lo tratan con una frialdad cercana a la violencia, incluso lord Wellington o la misma Amaranta, que ha venido desde Madrid para reencontrarse con Inés.
Poco después comienza la batalla de los Arapiles, con Gabriel en la vanguardia del ejército aliado. Se comporta con inusitado heroísmo y es herido gravemente en el combate. Durante su convalecencia, miss Fly le confiesa su amor e insinúa que ha dejado que corra el rumor del supuesto abuso para que los dos tengan que ir a Inglaterra y contraer matrimonio. Pero Gabriel sólo tiene en su pensamiento a Inés. Comprendiendo su derrota, miss Fly aclara la situación, e Inés y Amaranta llevan a Gabriel a Salamanca, a casa de Santorcaz.
Al final, Santorcaz, a punto de morir y redimido por el amor de su hija, se arrepiente de sus fechorías y hace las paces con Amaranta. Se perdonan mutuamente. Gabriel también le perdona, y ve en don Luis al hombre que él mismo pudo llegar a haber sido si le hubieran arrebatado a Inés.

 
 
 

La batalla de los Arapiles (conocida por la historiografía inglesa como Battle of Salamanca), uno de los enfrentamientos más importantes de la Guerra de la Independencia española, se libró en los alrededores de las colinas del Arapil Chico y el Arapil Grande, en el municipio de Arapiles, al sur de la ciudad de Salamanca (Castilla y León, España), el 22 de julio de 1812.

 

 
Tuvo como resultado una gran victoria del ejército anglo-hispano-portugués al mando del general Arthur Wellesley, primer duque de Wellington, sobre las tropas francesas al mando del mariscal Auguste Marmont. Los aliados sufrieron 5.220 bajas entre muertos, heridos y desaparecidos, de los cuales 3.176 fueron británicos, 2.038 portugueses y 6 españoles, mientras que el ejército francés perdió unos 12.500 hombres, incluyendo los prisioneros.

 
 
 

LOS ARAPILES BARRIO DE CIUDAD ALTA EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA




Pequeña barriada formada por unas pocas calles donde se construyeron viviendas de promoción pública, situada entre los barrios de Schamann y Rehoyas Bajas.




Calle de Los Arapiles , hoy Virgen de Loreto
El topónimo, como tantos otros de la época desarrollista del franquismo, perseguía los fines de enaltecimiento del "patriotismo español", que en este caso se hacía en recuerdo de la Batalla de Arapiles de la Guerra de la Independencia Española, donde el 22 de julio de 1812 las tropas del ejército anglo-hispano-portugués mandado por el primer Duque de Wellington general Arthur Wellesley tuvieron una gran victoria sobre el ejército francés mandado por el mariscal Auguste Marmont.

Esta batalla de la que se ocupa el tomo décimo de la primera serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós (1875), se libró en el municipio de Arapiles (Salamanca), en las proximidades de las colinas del Arapil Chico y el Arapil Grande, donde las tropas francesas perdieron 12.500 hombres entre bajas y prisioneros, frente a los 5.220 de los tres aliados, de los cuales solo 6 eran españoles. En la historia militar de los británicos es conocida como la Batalla de Salamanca.

Grabado de W & A.K. Johnston, publicado por William Blackwood & Sons(esaacademic-com)



La construcción de los edificios de cuatro plantas se inició entre finales de los años 50 y principios de los 60 del pasado siglo XX, después de la construcción de la vía que se construyó para facilitar el enlace del entonces nuevo barrio de Schamann con la conocida como Carretera de Mata (Carretera del Norte), facilitando así la conexión de la Ciudad Alta con la Baja. En aquellos tiempos la actual Avenida de Escaleritas había dejado de ser un apisonado y polvoriento barranquillo (el antiguo barranquillo de la Cantera que llevó sus aguas a través de Las Arenas de Guanarteme hasta La Puntilla) por el que se accedía hasta el Cementerio del Puerto que se construyó en el Lomo de los Ingleses. Ya estaba construida también la Subida de San Antonio en las Laderas de Cuyás sobre la Carretera de Chil, ahora llamado Paseo de Chil.






Estos primeros edificios de viviendas en dos calles paralelas, una de ellas sin salida hacia la Ciudad Alta, permitieron la progresiva urbanización de las Rehoyas Bajas, con una financiación mixta del Estado y de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad, que en las décadas siguientes propiciarían la inversión privada en la urbanización de las fincas de la familia Miller al otro lado de la Carretera del Norte. Al suroeste de Los Arapiles junto a la vieja Carretera de Mata se encontraba el viejo campo de fútbol "Antonio Rojas", donde hoy se encuentra el "Pabellón Juan Beltrán Sierra". Antonio Rojas Munguía fue un legendario jugador militante de los clubs Victoria y Marino.







Los  vecinos del lugar y lo perduran en el nombre de su asociación de vecinos, pues las generaciones más jóvenes no conocen que fueron las primigenias viviendas de dicho entorno bajo el lomo donde se asienta el barrio de Schamann.