martes, 10 de mayo de 2016

" LA SOMBRA " BENITO Mª DE LOS DOLORES PEREZ GALDOS

 

LA SOMBRA



La sombra es una novela breve de Benito Pérez Galdós, escrita entre 1866 y 1867, y publicada como libro en 1871, tras haber ido apareciendo por entregas a partir de noviembre de 1870, en La Revista de España, dirigida por José Luis Albareda y más tarde por el propio Galdós entre febrero de 1872 y noviembre de 1873.


"No estarán de más, a la cabeza del presente tomo, algunas líneas que lo expliquen, o, si se quiere, que lo disculpen. Lo primero que va en él, La Sombra, data de una época que se pierde en la noche de los tiempos, (tan a prisa van en esta edad las transformaciones y mudanzas del gusto), y tan antigua se me hace y tan infantil, que no acierto a precisar la fecha de su origen, aunque, relacionándola con otros hechos de la vida del autor, puedo referirla vagamente a los años 66 ó 67. Pero no salió en letras de molde hasta 1870, en la Revista de España, y después ha sido reimpresa en folletines de diversos periódicos.
Lo que principalmente deseo consignar acerca de esta obrita es que en ella hice los primeros pinitos, como decirse suele, en el pícaro arte de novelar. No por buena, que dista mucho de serlo, ni por entretenida, sino por respetable, en razón de su mucha ancianidad, se empeñaron mis amigos en que la publicase en forma de libro, y accediendo a estos deseos, dispuse en 1879 la presente colección; pero como La Sombra por sí sola no tenía tamaño y categoría de libro, han estado sus páginas, durante once años, muertas de risa, aguardando a que fuese posible agregarles otras y otras hasta formar el presente volumen..."
 
Benito Pérez Galdós, junio de 1890
 
 
 
Escrita entre Madrid y una larga estancia estival en Canarias, La sombra ha sido definida por los galdosistas como atrevido ensayo narrativo de un escritor casi novel. Relato filosófico y fantástico con claros antecedentes fáusticos y cervantinos, aderezados con todo lo que en literatura había impresionado al joven Galdós: los demonios tentadores de Balzac, las fantasías de los cuentos de Hoffmann, los relatos fantásticos de Edgar Allan Poe, los cuentos de brujas de su infancia y, de modo más claro y dentro del universo literario español, la novela de Cervantes El celoso extremeño, cuyo protagonista, Anselmo, le prestará también el nombre al personaje de Galdós.
Con esos materiales, Galdós construye a su atormentado y onírico doctor Anselmo, doctor Fausto celtibérico y mesetario, cuya obsesión —los celos— se desdobla o materializa en una sombra que a su vez se divide o germina, como una célula o un guisante, en otros dos. Sobre la revuelta mesa de experimentos (del protagonista y del creador) se mezclan mitologías, costumbrismo, nociones de neurología y arte, y un sin fin de peripecias imaginativas.
 
M
 

Este relato breve fue la primera incursión en la escritura del maestro Galdós. Esta presentación literaria ya contiene algunos de sus componentes inconfundibles, como son su sentido del humor, sus detalladas descripciones y los personajes estrafalarios, que abundan en sus novelas; aunque tiene la peculiaridad que no se engloba en la temática realista, que será la tónica general y característica primordial de la obra galdosiana. “La sombra” es un cuento fantástico y, sobre todo, psicológico. Toca el tema de la obsesión (ineludible que recuerde a los personajes de Zweig) mezclado peligrosamente con una imaginación desbordante, que, como se define en el inicio, es “la loca”. El Doctor Anselmo (tenue parodia del Fausto de Goethe), protagonista grotesco y, a la vez, digno de compasión, nos relata su caída en desgracia por su gran maldición: una fantasía exagerada, identificable con la locura. La sombra que generan las dudas, ya sean reales o imaginarias, será el origen de las desventuras de este Otelo radical; con un poder tal, que puede materializar su obsesión, con capacidad de personificar y dar vida a su miedo más íntimo y devastador. La narración va ganando enteros según avanza el argumento, y se va adentrando en la personalidad del confuso doctor. A mi gusto, la conclusión hubiera sido mejor si fuese más ambigua, con un desenlace más abierto, donde la imaginación (nunca mejor en una trama como ésta) tuviese que “discurrir” los hechos y visiones que hemos sido testigos. No obstante al final queda una duda que, según sea el lector, calificará su importancia.
 

 
 
LA SOMBRA
 

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